¡Ahora es el momento de mantener la independencia de clase y preparar la lucha por nuestro programa y contra cualquier ataque a los derechos!
Este domingo (30), conseguimos imponer una importante derrota en las urnas a Bolsonaro (PL) y a la ultraderecha en Brasil. En una de las elecciones más reñidas y polarizadas de la historia, Luis Inácio Lula da Silva (PT) obtuvo el 50,90% de los votos válidos, lo que equivale a más de 60 millones de votos (60.345.999), frente al 49,10% o algo más de 58 millones de votos de Bolsonaro (58.206.354).
Después de cuatro años de un mandato desastroso y nocivo para el pueblo brasileño, especialmente para los trabajadores y los más pobres, Bolsonaro es el primer presidente en ejercicios de sus funciones, que pierde la reelección. Entretanto Lula será presidente por tercera vez por voto directo.
En la mañana del lunes (31), más de 14 horas después del resultado electoral, Bolsonaro aún no había hecho una declaración oficial, reconociendo la derrota como es costumbre.
Por otra parte, varias personalidades del Gobierno y de las instituciones como el Senado y la Cámara de Representantes reconocieron ayer el resultado de esta 2ª vuelta. Varios gobiernos de otros países, como Estados Unidos, Francia, China, Rusia y otros líderes, hicieron lo mismo y felicitaron la elección del petista.
La PRF (Policía Federal de carretera) , la violencia y el manejo de la maquinaria estatal.
Bolsonaro y sus aliados hicieron todo lo posible para impedir la derrota. Este domingo, la última carta fue el intento de la PRF (Policía Federal de Carreteras) de perjudicar el voto de los electores.
En las redes sociales se destacaron varios relatos de operativos del PRF que incumplieron la determinación dada por el TSE (Tribunal Superior Electoral) de no realizar operativos contra el transporte de votantes.
Las acciones del PRF se concentraron principalmente en la región del Nordeste, donde el PT ganó por un amplio margen de votos en la primera vuelta. Se realizaron más de 600 acciones, de las cuales casi el 50% fueron en la región. Por el contrario, la región del sur, reducto bolsonarista, sólo registró un 8% de operaciones. El hastag #DeixemoNordesteVotar se convirtió en trending topic durante todo el día.
El sábado (29) también se repitió la violencia bolsonarista. Una semana después del episodio protagonizado por el aliado de Bolsonaro, el exdiputado Roberto Jefferson (PTB), la diputada federal Carla Zambelli (PL), tras una discusión política en el barrio Jardins de São Paulo (SP), persiguió armada a un hombre negro. La diputada afirmó que fue agredida, pero las imágenes demuestran lo contrario. Mientras persigue al hombre, tropieza y uno de sus guardias de seguridad llega a dispararle en medio de la calle.
La utilización de todo el aparato del Estado a favor de su candidatura fue también otro rasgo distintivo de estas elecciones. Bolsonaro tomó todo tipo de medidas populistas para intentar “comprar el voto” de la población, sobre todo de los más pobres, a los que nunca tuvo en cuenta durante su mandato, tal como el aumento hasta diciembre de este año del beneficio Auxilio Brasil, la maniobra para reducir el precio de los combustibles y el uso desenfrenado del Presupuesto Secreto para favorecer los reductos Bolsonaristas.
Un voto crítico en Lula
Contra Bolsonaro, la Secretaría Ejecutiva Nacional de CSP-Conlutas aprobó el voto crítico en Lula en esta 2ª vuelta, para impedir que la ultraderecha siga liderando el poder y el control del Estado brasileño y realizó una fuerte campaña, coherente con la lucha por el Fuera Bolsonaro llevada a cabo durante todo el gobierno de la ultraderecha.
Bolsonaro es antidemocrático, autoritario y una amenaza para las libertades democráticas duramente conquistadas tras el fin de la dictadura. Por no hablar del proyecto ultraliberal y contrario a los derechos de los trabajadores. Por lo tanto, su derrota en las elecciones es una victoria para la clase trabajadora.
Sin embargo, como destacó la SEN en una nota, el voto crítico en Lula no significa el apoyo al proyecto de conciliación de clases presentado por el PT y sus alianzas con la burguesía.
“Conquistada esta importante victoria con la derrota de Bolsonaro, hacemos un llamado a toda la clase trabajadora, a las demás centrales sindicales y organizaciones de nuestra clase: ¡ahora a luchar!”, evalúa el integrante de la SEN, Atenágoras Lopes.
“El bolsonarismo no acabo. El resultado de las elecciones también muestra que estos seguirán con fuerza en el Congreso y en todo el país en varios estados y municipios. Sólo con la organización y la lucha de los trabajadores será posible, de hecho, imponer una derrota al proyecto reaccionario de la ultraderecha, así como garantizar la autodefensa de nuestra clase. En relación al gobierno Lula-Alckmin, no podemos depositar ninguna confianza ni estimular ninguna ilusión, porque es nuevamente un gobierno de conciliación de clase con nuestros enemigos: la burguesía”.
“Es necesario garantizar la independencia de clase frente a los gobiernos y la patronal y preparar nuestra organización y movilización contra cualquier ataque a los trabajadores, así como luchar por nuestras reivindicaciones, como la derogación de las reformas laboral, de la seguridad social y de la enseñanza secundaria, el fin de las privatizaciones, el archivo de la Reforma Administrativa, el rechazo de las tesis del Marco Temporal contra los territorios indígenas, entre otras. Ahora a luchar”, concluyó.