La CSP-Conlutas expresa todo su apoyo y solidaridad a los compañeros Paulo Galo, Géssica y Biu, a quienes se les decretó prisión temporal, este miércoles (28), bajo investigación sobre un eventual y supuesto incendio contra la estatua del negrero Borba Gato, ocurrido el pasado sábado (24), en Sao Paulo.

Galo trabaja como conductor de apps y es líder del movimiento “Entregadores Antifascistas” (Repartidores antifascistas). También es miembro del movimiento Revolución Periférica, que reivindicó la autoría de la quema de la estatua del bandeirante esclavista Borba Gato, en la zona sur de la capital de São Paulo. La detención se anunció cuando se presentó voluntariamente en el 11º Comisaría de Policía. Además de Galo, su familia fue sorprendida con la orden de detención de su compañera Géssica, que ni siquiera estuvo en el acto del 24J este último fin de semana. La pareja tiene una hija de tres años.

Las detenciones son arbitrarias y han demostrado la selectividad para criminalizar a los trabajadores y activistas sociales que luchan y cuestionan el capitalismo y la historia de la élite esclavista y racista en Brasil. Además de la detención injustificada de Géssica, el arresto temporal para quienes se presentan voluntariamente a la policía es un absurdo. La acción de quienquiera que sea de quemar un símbolo del racismo, que no dejó víctimas, no presenta ninguna justificación legal para la detención. Se trata, por tanto, de una detención política.

Galo, al llegar a la comisaría, dijo que el objetivo del colectivo con esta acción del sábado era precisamente discutir el hecho de que sigamos honrando a genocidas, asesinos, violadores con estatuas.

La estatua de Manuel de Borba Gato rinde homenaje al pasado del esclavo acusado del genocidio de indígenas y negros. Comenzó sus expediciones con su suegro, Fernão Dias Paes. Participó en la llamada Guerra de los Emboabas. Fue un esclavócrata cuya historia menciona la tortura y violación de mujeres negras e indígenas. Fue responsable de la caza y venta de más de 300.000 indios para los señores de las plantaciones del noreste.

En Brasil se puede quemar el Pantanal, el Museo Nacional, el Amazonas y los mendigos que duermen en la calle y nadie es castigado. Pero quemar la estatua, que no sangra ni siente dolor, de un asesino que simboliza la oligarquía, es inaceptable para la burguesía y sus gobiernos.

¡Nos gustaría ver estatuas de los niños asesinados por la policía, del indígena Galdino quemado por un rico racista, de la pobre mujer arrastrada por el coche de la policía, de los muchos Amarildos desaparecidos!¡Nos gustaría ver un monumento a los trabajadores asesinados en Volta Redonda en el 87 y a los miles de asesinados y desaparecidos por el régimen militar del 64! También nos gustaría ver castigados a los militares que hicieron estallar la bomba en Riocentro, los quioscos y la OAB RJ durante la dictadura en Brasil.

El CSP-Conlutas se solidariza plenamente con el movimiento de la Revolución Periférica que orientó en Brasil el tema que se ve hoy en varios países donde actos y amplias protestas cuestionan y derrocan símbolos racistas y coloniales. Que revisemos nuestra historia. ¡Que lo cuente el pueblo y no se le colonice o criminalice! No más estatuas, nombres de calles, escuelas o edificios públicos que rindan homenaje a esclavistas, dictadores, generales, torturadores, violadores, explotadores y opresores de todo tipo.

¡La lucha no es un delito! ¡Libertad para Galo y Géssica!

#LibertadParaGaloeGessica!

#LutarNoEsUnDelito!