
Durante la noche de sabado, grupos racistas y armados incendiaron los edificios institucionales de los municipios de Victoria, Curacautín y Traiguén.
Al interior de los edificios se encontraban familiares de los presos políticos mapuches quienes exigían dignidad en el trato a los luchadores mapuches, quienes llevan más de 80 días en huelga de hambre.
Los desconocidos actuaron en su accionar criminal en horas de la noche, y tras la visita que hizo a la zona el ministro de interior Víctor Pérez, quien en su calidad de secretario de Estado, no recibió a los alcaldes de los municipios afectados por la toma, quienes le expondrían iniciativas humanitaria para el trato de las exigencias de los familiares de los comuneros presos. A continuación, sigue la mensaje de solidaridad con el pueblo mapuche:
¡Moción de solidaridad!
La CSP-Conlutas y sus organizaciones afiliadas repudian enérgicamente la acción de los grupos racistas y la connivencia del gobierno chileno en el brutal ataque contra el desalojo de los miembros de la comunidad mapuche el sábado por la noche en la ciudad de Curacautín.
Decenas de civiles, armados con palos y piedras, se reunieron el sábado por la noche en varios municipios de la provincia de Malleco para desalojar violentamente a los miembros de la comunidad mapuche que habían ocupado el edificio municipal en protesta por la libertad de los presos políticos mapuches en huelga de hambre.
Hay pruebas sólidas que demuestran, contrariamente a las repetidas declaraciones de la prensa, que no fue un acto espontáneo de “residentes” o “vecinos”. Esto fue organizado por activistas del APRA -una organización antimapuche que representa los intereses del sector empresarial de Araucanía- que, es cierto, arrastró a un sector popular envenenado con la ideología racista antimapuche.
El ataque del grupo coincide con la visita que hizo hace unos días el recién nombrado ministro del interior, Víctor Pérez, un reaccionario que dijo que no hay presos políticos en Chile.
El pueblo mapuche está sufriendo la más brutal militarización de sus tierras. Y han sufrido fuertes ataques por parte del gobierno que en una campaña racista tratan de poner a la población chilena en contra de los pueblos originarios. El racismo, así como todas las opresiones (machismo, lgbtifobia, xenofobia, etc.) es una ideología que hay que combatir porque está al servicio de la clase dirigente para dividirnos como trabajadores. Es una lucha en la que toda la clase obrera, ya sea mujeres, inmigrantes, lgbti, trabajadores, desempleados, etc., debe unirse contra el Estado de Chile, que se constituye en el enemigo común de todos los explotados.
¡Libertad inmediata e incondicional para todos los presos políticos mapuches y para todos los presos políticos!
¡Unidad para todos los explotados, el pueblo chileno y mapuche contra el gobierno y el Estado!
